¿Te ha pasado que en estas fechas sientes que te hace falta
algo?
Algo… no precisamente por comer.
Algo… no precisamente por decir.
Algo….no precisamente por comprar.
Sino algo por sentir, mirar, volver a recordar…
Es en estas fechas cuando posiblemente tu nueva familia no
llena de satisfacción todo lo que necesitas para ser totalmente feliz, y es ese
algo que fuiste hace mucho tiempo, es ese algo, con quienes creciste, es ese
algo, con quienes reíste, lloraste, y
que algún día creíste que nunca dejarías…
Ellos... ellos en tu primera casa… ellos, los niños -ya
grandes- de tu primera escuela, ellos... tus vecinos que te vieron caer y volverte a levantar… ellos, tu primer hogar.
Porque regresar a casa, es lo que hace inigualable que estos
días sean especiales.
Recordar el camino a casa, sentir nuevamente el aroma del
campo, recorrer esos paisajes que te vieron correr, y sentir que eres niño otra
vez.
No dejemos de vivir, y recordemos que lo mejor de la vida,
lo aprendimos en casa. Visita a tus papás, visita a tus abuelos, tíos, primos y
encamina un nuevo viaje a tus orígenes,
y revive la emoción de volver a regresar…
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